Descubre nuestro café de Myanmar cultivado a la sombra

El origen de nuestra Taza de Excelencia VIII: Myanmar Jember

En nuestra continua búsqueda de grandes cafés para nuestra taza de excelencia, nos ha llamado poderosamente la atención estos granos procedentes de Myanmar, la antigua Birmania. No se trata de un origen especialmente conocido, si bien proviene de una zona con mucha tradición cafetera, de más de 200 años.

El gran cambio que ha permitido dar a conocer esta "joya de Jade" se ha producido en los últimos años: la apertura política del país y una gran inversión en formación y maquinaria ha hecho que los cafés de esta zona hayan ganado relevancia a nivel internacional. 

El rasgo diferencial: la variedad del café (conocida como Jember, un híbrido de las especies Arábica y Liberia) y el hecho de que se trata de un café cultivado “en la sombra” de otros árboles, como macadamias , cítricos y aguacateros.

¿De donde procede? Este café proviene de Pyin Oo Lwin, también conocida como “la ciudad del café”. Se encuentra en la región de Mandalay (Myanmar). Se trata de un café de especialidad, cuya trazabilidad nos lleva a la finca de Ngu Shwe Li, ubicada en la cordillera central del país, a una altura de 1073 metros. 

El propietario se llama Kyaw Sein y un ejemplo de superación y abnegación en su búsqueda de la calidad. Ha obtenido un merecido reconocimiento en las diferentes catas oficinales a nivel internacional.

Conoce la variedad Jember, mezcla de Arábica y Liberia

Jember es el nombre al que define una mezcla de dos varietales de café, el de SL-34 y S-795. Fruto de hibridaciones naturales realizados durante generaciones, concretamente desde inicios del siglo XX. La introducción de esta variedad fue un éxito en Kenia, y posteriormente se fue extendiendo a otras zonas, impulsada por productores que no sólo buscaban arbustos productivos y resistentes, sino también unos granos de la más alta calidad que aportaran riqueza a la taza .

Actualmente este varietal es bastante común en el sureste asiático, y en este caso aporta una característica base de cacao, que lo hace muy indicado para extracciones en espresso y filtro.

Café a la sombra: Al igual que ocurría con el café de Bali, estos granos crecen en granjas donde se combinan con el cultivo de otras variedades. Esto favorece especialmente el suelo, que no se agota, y la biodiversidad. Al no estar tan expuestos al sol, los mayores reposan más y tardan más en madurar.

Igualmente, los arbustos a menudo se impregnan de la esencia de los árboles de alrededor, soltando matices de sabor que aportan una mayor complejidad a la taza. Se trata, pues, de un valor añadido, no sólo para los más cafeteros, sino para el planeta en general.

Nota de cata para el tostador:

Se trata de una taza que sorprenderá por sus notas de cacao, de sabor muy dulce con toques florales. Suave, redondo con buen cuerpo y acidez media.